En en un mundo distópico, no muy lejano, donde las mujeres son “criadas” y su valor más importante es el de procrear hijos al sistema, se desarrolla la historia de June Osborn.
Una mujer con familia que fue secuestrada y arrebatada de su esposo e hija para formar una sociedad llamada Gilead, donde los comandantes mandan y tienen sirvientas que los atienden hasta en lo sexual, con el fin de traer más niños sanos al mundo. (En la serie se maneja la idea de que la natalidad bajó y esta es su solución).
Después de 5 temporadas donde nos cuentan desde el inicio de June al convertirse en una criada y sufrir los maltratos del comandante Fred Waterford (su dueño) y Serena, la esposa, me parece importante contar sobre los últimos capítulos de esta serie que cierra la historia que ha ganado múltiples premios por las actuaciones.
Se termina The Handmaid´s Tale, con un final donde explota el último avión con los comandantes a cargo de Gilead. Un final abierto que concluye la historias de varios personajes y que de cierta forma es reconfortante, porque se hace justicia por todo el maltrato que provocaron a las criadas y a las esposas, en un sistema patriarcal, justificado por la religión. Excelente serie, basada en el libro de la canadiense Margaret Atwood, “The handsmaid’s Tale” de 1985.
Los dos últimos capítulos de la sexta temporada culminan la historia de June:
El acontecimiento relevante es la boda de Serena (quien fue la dueña y maltratadora de June al exigirle tener relaciones con su entonces esposo Fred Waterford, para darle un hijo que ella no podía tener). Después de la muerte de ese primer esposo, y luego de la transformación compleja de Serena quien abusó psicológicamente de June y ayudó a crear la sociedad de Gilead, se vuelve a casar con un comandante de alto mando, Gabriel Wharton, con la falsa ilusión de que las cosas van a mejorar y se les dará una mejor vida a las criadas (menos maltrato y reconocerlas como humanas y dadoras de vida.
A la boda de Serena asisten criadas, quienes están dispuestas a hacer una revolución, cansadas de los malos tratos hacia ellas. La líder es June Osborne, quien hace tiempo escapó de Gilead (en temporadas pasadas) pero ahora lucha por acabar con ese sistema que tanto daño le ha hecho y -que por cierto aún tiene secuestrada a la hija de June-. Serena, la coprotagonista de esta historia ha tenido un cambio, de ser la persona que quería a toda costa un hijo, aunque eso implicara que las criadas fueran maltratadas y abusadas, a tener consciencia del daño que ocasionó y ahora querer cambiar Gilead -siempre en nombre de la religión-. Tan confundida está que pensaba que June “ahora se convirtió en una amiga y creo que mi criada me perdona,” es parte del discurso de Serena a las criadas en su boda. Fiesta a la que asiste June, nuestro personaje principal para tratar de acabar con el sistema desde dentro, reparte armas y espera la rebelión.
La tensión crece cuando la tía Lydia (cuidadora de las criadas) cree ver a June, incluso sigue a las criadas y la llama. Increíblemente Lydia deja huir a la criadas pero June es atrapada.
Por su parte, un punto importante de la serie es el cambio de Serena, ella cree que Gilead va a cambiar y enmendar los errores. Pero, la sorpresa fue que al llegar a su casa de recién casada, su nuevo esposo le ofrece una criada, Serena ingenuamente creyó que todo sería diferente pero su esposo es igual que los hombres de Gilead, que buscan perpetuar el poder sobre las mujeres. Los hombres parecen no darse cuenta del daño que hacen, pues el comandante Gabriel Wharton señala ser un buen hombre y no saber por qué está mal lo que le hacen a las criadas. Esta vez Serena no duda y se va de su casa de recién casada.
En el último capítulo de esta sexta temporada el comandante jefe , quien se acaba de casar, pide encontrar a June y frente a frente habla con ella, le dice que debió esperar más porque Serena estuvo trabajando por mejorar las condiciones de las criadas “handmaids”. June tiene un poderoso discurso, específicamente le dice:
”ese es el problema de la violación aprobada por el Estado, paciencia no es una opción”.
Y él le responde: “entonces recurres a la matanza”. June asiente y el comandante le dice: “Tus pecados son una afrenta a dios”. La serie tiene muchas críticas implícitas a la sociedad y yo me pregunto, para los religiosos: ¿la violación no es un pecado? Porque el comandante parece no darse cuenta de que abusar de las criadas para tener hijos es una aberración, una violación.
June sigue explicando en el último capítulo que nunca se trató de devoción sino de poder, y ahí está la clave o el fundamento de esta historia. El poder que disfrazado de religión permite cosas atroces en nombre de dios. ¿Les suena como algo parecido a la realidad?
Finalmente June es llevada a la ahorca pero es salvada por sus compañeras de rebelión, otras criadas que luchan contra los comandantes y la sociedad de Gilead, es cuando las criadas luchan por sobrevivir y por terminar con todo lo que les han hecho.
“Esta no es una historia donde siempre consigues lo que quieres, ni donde June lo consigue. Se trata más bien sobre cómo vivir con lo que no puedes conseguir”. Así describió el final de la serie Bruce Miller, el creador, en una entrevista para el medio “The Hollywood Reporter”, junto a Elisabeth Moss, actriz protagonista y productora.
Lo malo en la serie es que Gilead seguirá con el sistema y en nuestra realidad, siguen las guerras, las muertes, los conflictos y el poder de unos cuantos sobre mujeres en todos los ámbitos, se aprovechan de que se depende de los hombres para algunos puestos y ellos a cambio piden sexo, favores sexuales o tocamientos indebidos que las mujeres no quieren ni piden.
Es lo fascinante de esta historia, aunque fue escrita hace 40 años pareciera muy reciente por la opresión de las mujeres y el tema de la migración y refugiados políticos.
La serie que que termina en su sexta temporada, puede verse en Paramount o en Amazon.