Por: jnthn.prez
En México, vivir sin pensar en la política es perfectamente posible. Nuestras libertades están relativamente aseguradas, y los problemas cotidianos son los mismos de siempre. Los baches llevan décadas ahí, los precios suben cada año, pero también los ingresos suelen alcanzar para mantener un estilo de vida funcional: pagar lo básico, comprar tecnología, ropa o darnos algún gusto personal. Aquí no es necesario saber quién es tu diputado o qué pasa en el Congreso para que la rutina siga adelante.
En Estados Unidos, la situación es completamente distinta. Allá, la política forma parte de la vida diaria, casi como una obligación. Un ejemplo muy claro es lo que ocurrió con TikTok. Primero, Donald Trump prometió eliminar la aplicación porque supuestamente representaba un riesgo. Su mandato terminó, pero el proceso continuó durante años, hasta que finalmente lograron prohibirla en algunos dispositivos oficiales. Ahora, en su regreso, Trump asegura que implementará medidas para evitar que TikTok sea baneada, lo cual contradice su postura inicial. Este tipo de giros políticos obliga a los ciudadanos estadounidenses a mantenerse atentos, ya que cada decisión tiene un impacto real y directo en sus vidas.
En México, aunque enfrentamos problemas graves, como la inseguridad vinculada al narcotráfico, estos parecen haber quedado en un estado permanente. Es una realidad con la que hemos aprendido a convivir. Vivo en Morelia, Michoacán, una ciudad donde, a pesar de todo, se puede decir que es seguro vivir. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que la violencia toque más cerca de lo que nos gustaría. Esta situación lleva décadas sin cambios significativos, y no parece importar mucho quién esté en el poder.
La gran diferencia está en la percepción de la política. En Estados Unidos, es una necesidad estar informado; en México, es una opción que muchos deciden no tomar. ¿Qué nos dice esto de nuestras democracias? Quizá en México hemos aprendido a sobrevivir al margen del poder político, mientras que en Estados Unidos la política es inseparable del día a día.