“No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va”
Séneca (4 a.C. – 65 d.C.)
Horacio Erik Avilés Martínez
Ya se cumplió el mes de gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, así como se acumularon 37 meses del Mtro. Alfredo Ramírez Bedolla al frente de las responsabilidades de la administración pública estatal de Michoacán de Ocampo.
Particularmente, en materia educativa, es importante comenzar a generar resultados debidamente armonizados con la visión nacional, en la cual al menos 22 de los 100 Pasos por la Transformación – un plan de acción inmediata presentado por la titular del poder ejecutivo federal – están referidos directa o indirectamente al sistema educativo nacional. Lo anterior, sin olvidar que la presidenta Sheinbaum expresó que desea ser recordada al término de su mandato como la “presidenta de la educación”.
En el III Informe de Gobierno del Estado de Michoacán se presentaron pocas cifras respecto a avances y resultados, a pesar de cumplirse la mitad del sexenio en la administración estatal. Las dos principales acciones comunicadas fueron la entrega de tenis a estudiantes de secundaria, el pago puntual de las quincenas a los trabajadores de la educación y la entrega de becas.
Particularmente, llamó la atención la escasa vinculación entre lo informado y lo planificado, lo que ha motivado análisis y exposición de resultados que han acumulado varias entregas previas en estas mismas páginas. Para esta ocasión, falta simple y llanamente referir cómo vamos de acuerdo con todo lo planificado.
Indicadores y Planificación
Respecto a los indicadores que deberán monitorearse, los documentos de referencia son el Plan de Desarrollo Integral del Estado de Michoacán (PLADIEM) y el Programa Sectorial de Educación (PROSE). En su interior aparecen inconsistencias entre sus indicadores declarados y los que se refieren en sus fichas técnicas, ya que no coinciden entre sí. En el PLADIEM aparecen seis indicadores declarados en el texto y seis en las fichas técnicas, de los cuales solo coinciden entre sí tres, lo que dificulta su seguimiento. Análogamente, en el Programa Sectorial de Educación aparecen cinco indicadores en el texto y once en las fichas técnicas, de los cuales coinciden cinco entre sí.
Lo anterior se complica aún más al comparar el PLADIEM y sus fichas técnicas de indicadores con el PROSE y sus fichas técnicas, ya que nos encontramos con trece diferentes indicadores, de los cuales once son inconsistentes entre sí, por su intrínseca intermitencia. Solo dos indicadores se repiten en ambos instrumentos de planeación y sus respectivas fichas técnicas: 1) rezago educativo y 2) escolaridad promedio.
Lamentablemente, en ambos casos se trata de información que se construye cada década, por lo que deberemos de esperar a la develación de los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2030 para conocer el estado que se guarda en ambos casos. Todo lo que se pueda decir respecto a rezago educativo y escolaridad promedio, sin contar con una base censal que respalde las afirmaciones, son meras estimaciones y proyecciones de escritorio, en el mejor de los casos.
Indicadores Relevantes
Entonces, la respuesta a cómo vamos no puede darse sino parcialmente. De los otros once indicadores, nos encontramos con lo siguiente:
- Eficiencia terminal en el nivel medio superior, primaria y secundaria: como ya lo demostramos en artículos anteriores, la eficiencia no es el indicador más preciso para evaluar el acceso ni la permanencia en el sistema educativo estatal, debido a su comportamiento atípico derivado del regreso a las aulas después de la desescolarización ocasionada por la pandemia.
- Porcentaje de población de 15 años y más analfabetas: este indicador no estará disponible hasta el Censo Nacional de Población y Vivienda 2030.
- Abandono escolar: indicador del cual no contamos con la información debidamente actualizada en el SIGED, ni acceso a la fuente original de los datos: el formato 911.
- Porcentaje de docentes con título y cédula profesional de licenciatura: se ha demostrado que los profesores de educación básica en Michoacán ocupan el penúltimo lugar en titulación a nivel licenciatura, solo por debajo de Nuevo León.
- Porcentajes de escuelas con servicios básicos y accesibilidad para personas con discapacidad: tampoco se cuenta con información actualizada a la fecha del III Informe de Gobierno.
- Porcentaje de pago de nómina a los trabajadores de la educación: se reporta un 99% de avance, lo cual es positivo, aunque no debería considerarse una meta educativa, sino una meta de gestión.
- Tasa neta de matriculación: es un indicador relevante, pero se complica debido a la falta de cifras de población actualizadas desde 2020.
- Índice de paridad de género: afortunadamente, no hay problemas en la entidad federativa en cuanto a género en la educación. Sin embargo, es importante depurar el indicador para identificar a quienes quedan fuera del sistema educativo por cuestiones de género.
- Porcentaje de alumnos con discapacidad: este indicador es cuestionable, ya que no se debe evaluar cuántos estudiantes con discapacidad están matriculados, sino cuántos realmente tienen acceso al sistema educativo.
Desafíos y Recomendaciones del CONEVAL
En este contexto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentó su estudio “Estudio Diagnóstico del Derecho a la Educación 2024” (EDDE 2024), que arroja resultados preocupantes para Michoacán. Entre ellos destacan:
- Las cuotas “voluntarias” para estudiar en telebachillerato en Michoacán son las más altas del país, siendo de 3,600 pesos, a pesar de que la educación media superior es gratuita por decreto.
- Ausencia de evaluaciones de aprendizaje: no se han aplicado las pruebas correspondientes en el periodo de tiempo del estudio debido a falta de condiciones o rechazo magisterial.
- Rezago educativo: Michoacán tiene un rezago educativo superior a la media nacional.
- Analfabetismo: el porcentaje de analfabetismo es superior a la media nacional.
- Escolaridad promedio: la escolaridad promedio es inferior a la media nacional.
Conclusión
Después de analizar el III Informe de Gobierno, el PLADIEM y el PROSE, queda claro que con los indicadores actuales y la información disponible no hay condiciones para evaluar el avance en materia educativa en Michoacán. Se requiere información actualizada en materia socioeducativa y referida al aprendizaje para poder evaluar de manera precisa.
Los procesos de planificación del gobierno federal deben proporcionar elementos para ajustar la planificación estatal, generar indicadores armonizados y diseñar políticas públicas de mejora continua, para asegurar el acceso, permanencia y calidad educativa en Michoacán.