Manhattan, Nueva York – Un jurado en Manhattan ha llegado a un veredicto parcial en el caso federal contra el magnate de la música Sean Combs, conocido como Puff Daddy o Diddy. Después de más de 12 horas de deliberación, el jurado se declaró estancado en el cargo de conspiración de crimen organizado, un revés significativo en el caso de alto perfil.
El martes, los jurados informaron al juez Arun Subramanian que habían llegado a una decisión sobre cuatro de los cinco cargos contra Combs: dos cargos de tráfico sexual y dos cargos de transporte para participar en prostitución. Sin embargo, la nota enviada al juez a las 4:05 p.m. indicó que había jurados con “opiniones inamovibles en ambos lados” con respecto al cargo de crimen organizado.
El cargo de conspiración de crimen organizado es el más grave que enfrenta Combs, de 55 años. Lo acusa de dirigir una empresa criminal con sus empleados durante más de dos décadas, presuntamente involucrada en una serie de delitos que incluyen distribución de drogas, secuestro, incendio provocado, soborno, tráfico sexual, transporte interestatal para la prostitución y trabajos forzados. Para condenar a Combs por este cargo, los jurados deben determinar que se unió a una conspiración ilegal a sabiendas y que acordó que él o un co-conspirador cometerían al menos dos actos criminales para promover la empresa.
Antes de que el veredicto parcial se hiciera público, un grupo de ocho abogados de Combs se reunió a su alrededor, todos con semblantes sombríos. Combs mismo apareció cabizbajo y con las manos entrelazadas, reflejando la gravedad de la situación.
Tanto la fiscal principal, Maurene Comey, como el abogado principal de la defensa, Marc Agnifilo, expresaron su deseo de que las deliberaciones continuaran. Comey sugirió una “Allen charge”, una instrucción especial para un jurado en desacuerdo que lo insta a llegar a un veredicto. Agnifilo, por su parte, pidió al juez que el jurado siguiera deliberando, argumentando que solo habían estado considerando el caso “por un día y pico”.
Combs fue arrestado en septiembre y se declaró no culpable de todos los cargos. Sus abogados han negado que cualquiera de sus acuerdos sexuales con las mujeres en el juicio haya sido sin consentimiento. Si es declarado culpable de los cargos más graves, Combs podría enfrentar una sentencia de cadena perpetua.
Durante el juicio, los fiscales argumentaron que Combs utilizó violencia, control financiero y amenazas para manipular a sus novias en sesiones sexuales extenuantes con hombres contratados, conocidas como “freak-offs” o “noches de hotel”. La defensa, sin embargo, sostuvo que las mujeres eran participantes voluntarias en estas “maratones sexuales”. Las dos mujeres centrales en el caso, Casandra Ventura y una mujer conocida por el seudónimo de “Jane”, testificaron por un total combinado de 10 días.
El juez Arun Subramanian ahora debe decidir cómo proceder, mientras el destino legal de Sean Combs pende de un hilo.